Muchas veces nos preguntamos qué sería
bueno tener en casa, por si alguna emergencia se suscita, y llegamos a pensar
que mientras más medicamentos tengamos en casa, tendremos más posibilidades de
enfrentar cualquier situación que se presente; sin embargo, la realidad es que
son pocos los medicamentos y suplementos que se necesitan para tener un
botiquín completo.
Si hay niños pequeños en casa, lo más
importante es contar con:
·
Termómetro: es
importante poder cuantificar la temperatura, para prevenir convulsiones
febriles.
·
Analgésicos tipo
acetaminofen (paracetamol, tylenol, panadol, tempra): Nos ayudan a tratar
cualquier tipo de dolor y al mismo tiempo a controlar los estadios febriles que
tanto preocupan en los niños y así evitar que éstos convulsionen por fiebre
alta. Además, el acetaminofen es el medicamento menos alergénico y que menos
efectos adversos produce, si se compara con otros analgésicos antipiréticos.
·
Antialérgicos o
antihistamínicos (clorotrimetrón o clorfeniramina, difenhidramina o benadryl,
hidroxicina o atarax): Son útiles en caso de que se presente una reacción
alérgica por alimentos, medicamentos o picaduras de insectos, lo cual da tiempo
para llegar al centro de salud más cercano.
·
Supositorios
de gravol: Para controlar los vómitos en niños pequeños
·
Repelente
para mosquitos: para prevenir picaduras de insectos que pueden
transmitir enfermedades o bien para evitar las infecciones que se sobre agregan
a las picadas, cuando los niños se rascan con las uñas sucias. Además se
previenen costras y manchas indeseables en la piel.
·
Bloqueador
solar: debe usarse todos los días y reaplicar
sobre todo si se va a exponer a la luz solar en las horas picos entre 10:00 am
y 2:00 pm cuando los rayos del sol son más perpendiculares a la tierra. A los
18 años de edad hemos recibido el 80% de radiación ultravioleta necesaria para
que aparezcan los primeros signos de fototoxicidad en la piel (arrugas,
manchas, lesiones premalignas en piel y cáncer de piel)
·
Curitas: para
las heridas superficiales en la piel.
·
Gasas
o vendas: en caso de heridas profundas éstas nos ayudan a
realizar presión sostenida para detener el sangrado.
·
Tijeras, esparadrapo, algodones
·
Alcohol etílico al 70%
Las heridas superficiales deben lavarse
con agua y jabón y aplicar luego antibióticos locales (crema o ungüentos de
fusidín o bactrobán). Los estudios han demostrado que lavar las heridas con
agua y jabón favorece más la cicatrización de las heridas que el uso de yodo,
mertiolate, mercurio cromo o violeta genciana. Además de que producen manchas
indeseables, éstos últimos pueden causar reacciones alérgicas y hasta
quemaduras.
En caso de que en casa alguien haya
sido diagnosticado con asma bronquial, debe contarse siempre con un inhalador
puff o “bombita” de salbutamol. Tan pronto como el niño o el adulto se agite
deberá aplicarse los puff y ser llevado al médico de inmediato. Esto le
permitirá ganar tiempo y aliviar la dificultad respiratoria. No espere a llegar
al cuarto de urgencias si tiene el inhalador a mano.
Lo que nunca debe guardarse en el
botiquín de la casa:
·
Antibióticos: Una vez hayamos completado un tratamiento con
antibióticos debemos desechar las cápsulas que no hayamos usado. Primero,
porque igual no vamos a contar con el tratamiento completo para una próxima
infección, si eso es lo que estamos esperando; igual, tendrá que acudir a su
médico para que le prescriba una nueva receta, y en ese momento, él o ella
decidirá cuál es el antibiótico de elección para dicho caso. Segundo, el dejar
los antibióticos almacenados durante períodos prolongados, favorece la
resistencia de las bacterias a dicho antibiótico, convirtiéndolo ineficaz para
infecciones posteriores. Tercero, los antibióticos tienen fecha de vencimiento.
·
Gotas
oftálmicas: Cuando hemos estado utilizando gotas para tratar
infecciones en los ojos o en los oídos es mejor desecharlas una vez se haya
resuelto la infección, ya que éstas tienden a contaminarse fácilmente.
·
Cremas
que contengan corticoides: Estas deben utilizarse con mucha cautela y bajo
supervisión médica estricta, ya que su uso continuo puede producir
adelgazamiento de la piel, manchas, estrías y lesiones pustulosas tipo acné.
Además si se utilizan en lesiones bacterianas o por hongos, éstas empeorarán el
cuadro.
Recuerde leer siempre el prospecto de
los medicamentos y qué compuestos los conforman. Evite la auto prescripción y
conozca bien las razones, por las cuales elige un medicamento para que forme
parte de su botiquín. Si no sabe para que sirve, deséchelo.