Todos
conocemos la importancia que
tiene la práctica constante de actividades aeróbicas. Esta práctica actúa como factor reparador e inmunológico contra casi todos los factores
de riesgo para la salud de la civilización actual.
Lejos
de buscar un rendimiento con perspectivas competitivas, debemos practicar
ejercicios aeróbicos. Estos nos ayudarán
a fomentar la distracción y no pensar en los problemas cotidianos, mejorar
nuestra condición física cardiovascular, mantener
nuestro organismo dentro de los parámetros saludables. Está claro que a mejor
condición física, mejor nivel psíquico y, en consecuencia, todo esto nos
favorecerá en una mayor
y mejor capacidad para afrontar nuestras labores cotidianas.
CARACTERÍSTICAS
La característica
principal del entrenamiento aeróbico reside en mantener una ACTIVIDAD durante cierto TIEMPO a una cierta INTENSIDAD, determinada para cada
individuo y objetivo en particular.
Entre
las Actividades Aeróbicas se encuentran: caminar, correr, andar en
bicicleta, nadar, saltar,
bailar, etc.
TIPOS DE EJERCICIO
AERÓBICO
Los
ejercicios aeróbicos se categorizan generalmente como de alto o bajo impacto:
1. Ejercicios de impacto bajo a moderado: caminar, nadar, subir una escalera,
remar, esquiar, escalar. Casi cualquier persona que goce de una salud
razonablemente buena puede practicar este tipo de ejercicios. Según algunas
investigaciones, caminando enérgicamente por tres o más horas a la semana, se
reducen los riesgos de sufrir una enfermedad coronaria en un 65%. Caminar
enérgicamente también ayuda a quemar calorías y previene lesiones en los
músculos y huesos.
2. Ejercicios de alto impacto: correr, bailar, jugar tenis,
paddle, o squash. Los ejercicios de alto impacto deben ser realizados no más
que día por medio, e incluso con un promedio menor para quienes tengan excesivo
peso, sean de edad más avanzada, estén fuera de condición física, o sufran
lesiones u otro tipo de problemas médicos.
El tiempo recomendado es un mínimo de 20 min.,
con una frecuencia semanal de 3 sesiones en días alternos. Donde vale mucho
destacar que la CONTINUIDAD del
ejercicio es un factor clave para el buen resultado.
La Intensidad podemos determinarla a través de la frecuencia cardíaca; donde lo recomendado es que se sitúe en la franja que va desde el 55% al 75% de la frecuencia cardíaca máxima de cada persona.
En niños y en adultos mayores a los 65 años, las actividades aeróbicas inevitablemente deben ser supervisadas por un profesional de la actividad física.
La Intensidad podemos determinarla a través de la frecuencia cardíaca; donde lo recomendado es que se sitúe en la franja que va desde el 55% al 75% de la frecuencia cardíaca máxima de cada persona.
En niños y en adultos mayores a los 65 años, las actividades aeróbicas inevitablemente deben ser supervisadas por un profesional de la actividad física.
BENEFICIOS DE
LOS EJERCICIOS AERÓBICOS:
- El
entrenamiento aeróbico de baja intensidad facilita el aumento
de enzimas desintegrantes de grasa (disminución del tejido adiposo).
- Descenso
de la tensión arterial (tanto en reposo como en esfuerzo)
- Aumento
de la capilarización y grosor de los vasos sanguíneos.
- Con
solo 4 meses de ejercitación ininterrumpida detiene problemas arterioscleróticos (también puede reducir los mismos).
- Disminuye
el riesgo coronario y previene esas enfermedades.
- Previene
la osteoporosis y la descalcificación.
- Proveen
mayor resistencia
- Mantiene
al corazón latiendo de una forma constante y elevada, por un período
extendido, aumentando los niveles de colesterol HDL
("bueno"), y ayudando a controlar la presión
arterial.
- Fortalece
los huesos en la espina dorsal.
- Ayudas
a mantener un peso normal.
- Le
brinda un sentido de bienestar general.
REGÍMENES
AERÓBICOS
Tan
sólo una hora
semanal de ejercicios aeróbicos es muy provechoso, y tres a cuatro horas por semana, es lo óptimo. En general, los siguientes
puntos son muy útiles para la mayoría de las personas:
1.
Para la mayoría de los adultos sanos, el mejor acercamiento a este tipo de
rutinas es una mezcla de ejercicios de
bajo y alto impacto. Dos entrenamientos semanales, mantendrán una buena
estabilidad física, pero de tres a cinco sesiones semanales son lo ideal.
2.
La gente que se encuentra fuera de forma, o los de mayor edad, deben comenzar un entrenamiento aeróbico gradual, con cerca de cinco a diez minutos de actividad
aeróbica de bajo impacto cada día por medio, hasta llegar, finalmente, a los 30
minutos por día, tres a siete veces por semana (para prevenirse de las
enfermedades cardíacas, la frecuencia de los ejercicios puede ser más importante
que su duración.)
3.
La natación es un ejercicio ideal para mucha gente que posee
ciertas limitaciones físicas, incluyendo a las mujeres embarazadas, las personas
con problemas en sus músculos o huesos, y los que sufren de asma.
4.
Las personas que quieran perder peso, deben apuntar a
realizar de seis a siete entrenamientos de ejercicios de bajo impacto a la
semana.
5.
Una forma de “calibrar” la intensidad
óptima de un ejercicio, es intentar caminar mientras habla, de modo tal
que compruebe que su práctica le provoca bastante transpiración pero no le
impide conversar con un amigo sin cortar la respiración. A medida que su estado
físico aumente, menos problemas tendrá para hablar durante y después del
ejercicio.
BENEFICIOS REALES
DE HACER BICICLETA FIJA
La bicicleta estática ayuda a prevenir el infarto:
El ejercicio periódico favorece que el cuerpo disuelva los coágulos de sangre
que se forman en las venas de manera natural, provocados por la agrupación de
las plaquetas. En realidad no sólo la bicicleta fija sino también todos los
ejercicios aeróbicos (correr, saltar, hacer gimnasia, caminar, etc.).
Con buenos abdominales y músculos del tronco fuerte provocaremos un efecto anatómico que mantiene la postura y evita esos dolores tan molestos.
Además se reduce el colesterol en bicicleta: La bicicleta baja el nivel de colesterol total y eleva el nivel de HDL (el colesterol bueno) además, aumenta la fuerza, la resistencia y elimina el sobrepeso.
Con buenos abdominales y músculos del tronco fuerte provocaremos un efecto anatómico que mantiene la postura y evita esos dolores tan molestos.
Además se reduce el colesterol en bicicleta: La bicicleta baja el nivel de colesterol total y eleva el nivel de HDL (el colesterol bueno) además, aumenta la fuerza, la resistencia y elimina el sobrepeso.
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