Depresión
La depresión es el trastorno mental que más
afecta a la población y es, además, una de las principales causas de
discapacidad en el mundo. Aunque es una enfermedad tratable, seis de cada diez
personas que la padecen en América Latina y el Caribe, no buscan o no reciben
el tratamiento que necesitan.
La depresión es la
enfermedad más frecuente en la adolescencia, según la OMS la depresión es la
principal enfermedad y motivo de discapacidad entre los adolescentes, según un informe publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que revela además que este
trastorno mental es la tercera causa de muerte entre este grupo de personas
entre los 10 y 19 años."La depresión es la causa predominante de
enfermedad" entre los adolescentes, informa la Organización Mundial de la
Salud (OMS) en su primer informe completo sobre los problemas de salud de los
adolescentes, elaborado con los datos proporcionados por 109 países. Los
problemas a esas edades están relacionados con el tabaco, el consumo de droga y
alcohol, el SIDA, los trastornos mentales, la nutrición, la sexualidad y la
violencia.
La
depresión es un trastorno del
estado de ánimo, que se traduce en un estado de decaimiento y
claudicación psicológica y biológica del paciente importante y continuado, y se
manifiesta a través de síntomas psíquicos (pudiendo aparecer desinterés,
tristeza, desmoralización, disminución de la autoestima...) y somáticos (pudiéndose presentar en forma de
pérdida del apetito, disminución del peso corporal, astenia, alteraciones del
sueño con periodos de insomnio y de somnolencia, etcétera).
A
la hora de realizar un diagnóstico correctamente se ha descartar los episodios
de tristeza pasajera o frustración, que se consideran como una reacción natural
de la persona ante acontecimientos negativos como las situaciones de duelo por la pérdida de un ser querido u otras como
divorcios o separaciones; aunque si se prolonga más allá de los seis meses o es
tan importante que sea incapacitante puede desembocar en lo que clínicamente se
conoce como una depresión mayor.
¿Sufro realmente una depresión?
Se pueden presentar síntomas depresivos ante
situaciones que conlleven un fuerte estrés, ya sea de tipo laboral, económico o
de relaciones interpersonales, que irán remitiendo paulatinamente a partir de
que desaparezca el desencadenante del estrés; es lo que se denomina trastorno adaptativo con estado
de ánimo deprimido.
Igualmente hay que descartar las depresiones secundarias,
que son aquellas que muestran síntomas depresivos pero que tienen su causa en
problemas somáticos o están provocados por ciertos medicamentos.
Se trata de un problema muy frecuente, se estima que
afecta a 350 millones de habitantes en todo el mundo, siendo, según la OMS, la
primera causa de discapacidad mundial. Sólo en España se considera que la
incidencia de trastornos depresivos es de un 5-9% de la población,
aproximadamente 1,5 millones de personas, aunque al menos el 10-20% han padecido
episodios depresivos en alguna etapa de su vida, en muchos casos nunca han sido
diagnosticados ni tratados como tal.
Otro problema habitual en estos pacientes es que se
calcula que la mitad de ellos abandona el tratamiento antes de los seis meses
que recomiendan los expertos, lo que deriva en mayor número de recaídas y un
aumento de las posibilidades de que el trastorno se vuelva crónico.
Tipos de depresión
Los diferentes
tipos de depresión se clasifican en función a los síntomas que muestra el
paciente.
Grupo A
Duración no inferior a 2 semanas.
No atribuible al consumo de sustancias psicoactivas
o a trastornos mentales orgánicos.
Grupo B
Humor depresivo no habitual en el paciente,
constante durante todo el día y mantenido en el tiempo de forma casi constante.
No varía con las circunstancias ambientales del sujeto, y persiste al menos
durante 2 semanas.
Pérdida o ausencia de interés por actividades
anteriormente placenteras.
Aumento de la capacidad de fatiga, o pérdida de la
vitalidad habitual.
Grupo C
Pérdida de la autoestima y de la confianza en uno
mismo. Sentimiento de inferioridad no justificado prolongado en el tiempo.
Auto-reproches constantes y desproporcionados con
sentimiento de culpa excesiva e inadecuada.
Pensamientos de muerte o suicidio recurrentes, incluyendo
tentativas.
Disminución de la capacidad de concentración y
pensamiento. Suele acompañarse de falta de decisión.
Aparición de lentitud de las funciones motoras, o
agitación.
Alteraciones del sueño.
Variaciones del peso corporal por descontrol
alimentario (aumento o descenso marcado del apetito).
Grupo D
Presencia
de síndrome somático, compuesto por alucinaciones, delirios, retardo psicomotor
o estupor grave, concordantes o no con el estado anímico del paciente.
De acuerdo a estos
criterios se puede clasificar el cuadro depresivo en:
Episodio depresivo leve
Presenta dos o
tres síntomas del grupo B. Estos pacientes, por lo general, son capaces de
continuar con sus actividades habituales con total normalidad.
Episodio depresivo moderado
El paciente
presenta al menos dos síntomas del grupo B y un cierto número del grupo C,
hasta conformar un mínimo de seis síntomas. Estos pacientes presentan
dificultades manifiestas para el desarrollo de las actividades habituales.
Episodio depresivo grave
Presentan todos
los síntomas del grupo B, unidos a varios del grupo C, hasta conformar un
mínimo de ocho síntomas. Estos pacientes presentan una situación emocional
marcadamente ligada a la angustia, especialmente con pérdida de autoestima y
sentimientos intensos de culpa e inutilidad.
En estos episodios
cobran relevancia los intentos de suicidio, asociados a la carga somática,
principalmente en los pacientes de sexo masculino, por lo que estos pacientes
deben ser controlados de forma constante e incluso, en determinados casos, se
debe valorar la hospitalización del paciente. En esta fase pueden aparecer
asociados síntomas del grupo D.
Causas de la depresión
Entre las principales causas de la depresión podemos
encontrar tanto factores genéticos, fisiológicos, personales como ambientales:
Factores genéticos
La presencia de antecedentes de depresión en el ámbito
familiar cercano (padres y hermanos) incrementa en un 25-30% la probabilidad de
sufrir depresión. En diversos estudios se ha determinado que en los gemelos
monocigóticos hay un 50% más de probabilidades de que uno de los hermanos
padezca depresión en el caso de existir precedentes en el otro. Este porcentaje
se reduce al 25% en el caso de gemelos dicigóticos.
Factores fisiológicos
La aparición y cronificación de la depresión se ha
relacionado especialmente con un descenso de los niveles de serotonina a nivel
de las uniones neuronales. Por este motivo, en el tratamiento de la depresión
se emplea en ocasiones un grupo de fármacos, los inhibidores selectivos de la
recaptación de serotonina, cuya función consiste precisamente en modificar los
niveles de serotonina que se encuentran alterados en estos pacientes. Existe,
además, un grupo de enfermedades estrechamente ligadas a la aparición de
depresión, la mayoría de ellas relacionadas con alteraciones endocrinas:
Tratamiento de la depresión
Una vez diagnosticada la depresión, el
paciente debe iniciar el tratamiento, siendo en casi todos los casos una acción
combinada de terapia farmacológica con apoyo psicológico. Es muy importante que
antes de que el paciente inicie cualquier terapia, sea informado por su médico
de la duración del tratamiento de la depresión, los beneficios que se van a
intentar alcanzar, y los efectos secundarios que se pueden desarrollar a lo largo
del tratamiento.
Tratamiento farmacológico de la depresión
De forma general, el tratamiento farmacológico de la
depresión se
suele limitar a los cuadros depresivos moderados o graves. En los pacientes
diagnosticados de depresión leve no se suele recurrir a terapia farmacológica,
debido a su estrecho perfil beneficio-riesgo. Únicamente se recomienda en caso
de fracaso de otras terapias, problemas médicos o psicológicos asociados, o
historial previo de depresión moderada o grave.
En los pacientes con depresión moderada o
grave, la terapia farmacológica se considera un tratamiento de primera línea,
aunque existe un 38% de pacientes que al cabo de 6-12 semanas no presentan
respuesta al tratamiento instaurado, y en un 54% de los pacientes no existe
remisión de los síntomas. En el siguiente apartado detallaremos los principales
grupos de fármacos antidepresivos con
más detalles, así como sus efectos y las claves para aplicarlos.
Tratamiento psicoterápico de la depresión
Las terapias psicológicas más empleadas por su carácter
específico son la terapia cognitivo-conductual (TCC) y la psicoterapia
interpersonal (TIP).
La terapia cognitivo-conductual se ha mostrado tan
efectiva como la psicoterapia interpersonal (más lenta en lograr los objetivos
que la TCC y la farmacoterapia) y la terapia farmacológica, lo que la ha
convertido en la terapia psicoterapéutica de elección en el abordaje de la
depresión moderada, grave o resistente.
La duración de la terapia variará en función del tipo de
depresión diagnosticada, la situación personal del paciente y la evolución de
este. En pacientes con depresión grave o crónica, si la terapia psicoterápica
se asocia a tratamiento farmacológico la efectividad siempre será superior a
cualquiera de estas terapias por separado.
La terapia cognitivo-conductual, asociada al tratamiento
de mantenimiento, contribuye a incrementar la efectividad del mismo para evitar
la aparición de recidivas. Esto es especialmente beneficioso para aquellos
pacientes con antecedentes de recaídas, o que presentan síntomas residuales, ya
que son los que tienen un mayor riesgo de sufrir de nuevo episodios depresivos.
Si sospecha que puede
padecer algún tipo de depresión, le dejamos el siguiente enlace con un test en
línea, con el cual podrá saber si existe algún grado de depresión en usted y
el diagnostico final solo podrá ser confirmado y tratado por un medico especializado en
sicología ó psiquiatría.
http://www.psiquiatraenlinea.com/es/401/test-de-depresion-online-gratis/
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